El prolapso rectal implica una debilidad de los músculos del suelo pélvico que no realizan su función de mantener los órganos en su sitio. Es por esto que muchas veces el prolapso rectal se acompaña de incontinencia o de prolapso vesical y/o vaginal, en el caso de las mujeres.
La cirugía del prolapso rectal está condicionada al tipo de paciente, teniendo en cuenta si es hombre o mujer y su edad.
Hay dos tipos de cirugías:
Cirugía a través del periné:
Es un procedimiento donde se reseca el contenido prolapsado y se regresa a su sitio dentro del recto. Está indicado en personas de más edad y en algunos casos de hombres jóvenes
Cirugía por vía abdominal:
Es un procedimiento que hoy en día se hace por vía laparoscópica, donde se busca elevar los órganos que están caídos y fijarlos con una malla al hueso del sacro.
Hoy en día es el procedimiento más efectivo y está indicado en mujeres jóvenes o que presentan prolapso vaginal o vesical asociado.